viernes, 5 de septiembre de 2008

Te echo de menos


A veces se echa tanto de menos a alguien que no puedes ni respirar. Sólo recuerdos te invaden. Te echo tanto de menos...

Sólo sabes que esa persona la recuerdas por algo. Mientras tanto, intentas aprovechar tu tiempo y decides escribir cualquier cosa. Pero nada; sólo te salen versos que hablan por él...¿estará escribiendo ahora mismo?

Luego dejas el lápiz y te levantas. Miras a la ventana. Al cielo. Vuelves a echar tu vista a lo que has dejado. El lápiz reposa junto a la mesa, y no parece que sufra, ni que esté apenado, ni melancólico. Te sientes vacía y buscas ese huequito entre las nubes. Saltas. Atraviesas la ventana y te vas volando. A medio camino piensas: "¿desde cuándo se volar?" Sonries y eso te hace feliz. Subes más alto. Más. Más . Más. Y cuando estás a punto de tocar las nubes decides dar marcha atrás; retroceder. Te da miedo ser feliz. Sabes que lo serías si llegaras hasta ellas, pero vuelves a tu hogar. Con tu lápiz, tu mesa y tu melancolía y piensas: "hoy no. Otro día tocaré las nubes. Debo echar de menos".


Ójala siempre encuentres una ventana abierta por la cual volar sin sentir miedo. Ojalá echar de menos no se convierta en un impedimento para ser feliz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te echo tanto de menos, que ya no soy capaz de ver pasar el tiempo.

Echo de menos tus sonrisas cálidas que aportan la seguridad de poder hacer cualquier cosa.

Echo de menos tus ojos, brillantes y fugaces como estrellas, que son capaces de iluminar hasta la tristeza.

Echo de menos tus carisias dulces capaces de inundarme a escalofríos.

Echo de menos verte sonrojar cuando te miro con detenimiento y no eres capaz de aguantarme la mirada.

Echo de menos tus palabras, tu voz al pronunciarlas a mi oído.

Echo de menos el calor de tu cuerpo, pues sin él, el verano se torna frio.

Echo de menos tus suspiros, tus gestos, tu boca, tus ojos, tus besos,…

Anónimo dijo...

Hola, hace unas semanas no pude evitar poner ese comentario al leer tu Blog, yo dejé mi pais hace algunos años y tu poema me recordó a estos versos que escribí, me llamo Maria Teresa y cuando abandoné mi pais no solo abandoné mi tierra, también a un chico muy especial, cuando has querido a alguien tanto es cuando sabes que siempre, de una forma o otra, siempre será alguien importante para ti, aunque no sepas nunca más de él, pero a veses sientes aunque no esté ahí que lo sigues queriendo aunque no quieras quererlo. Hay fronteras físicas y fronteras que nosotros mismos nos ponemos, esas son las que hay que librar, si ayuda de algo cuando te preguntas si alguien sigue pensando en ti, es porque aun tu piensas en él, y nos engañamos cada día conociendo a gente que no nos llena solo por olvidar, pero la prueba de que eso no funsionará siempre son las lágrimas que años meses o días después te produce escuchar su voz, leer sus cartas o recordarle, yo también echo de menos a una persona, en ese caso nos separa una muralla de agua, ójala puediera volver al pasado, o saber si él quisiera tener una vida a mi lado para intentarlo, es difícil, pero lo triste es cuando esas murallas son propias, como el orgullo o la indiferencia, conosco a muchas personas que las separa solo eso. Tu poema me hizo pensar en muchas cosas, sobre todo en cuando me autoconvencí para abandonar al chico que amé y poner una muralla de miles de kilometros, ahora siento que mi oportunidad de tener a alguien que me quisiera de verdad y con quien ser feliz pasó y dejé pasar el tiempo demasiado, ojala no fuera demasiado tarde. Seguiré este blog de cerca.